Como todos los demás caballos del tarot adivinatorio, el Caballero de Bastos se asocia con una acción en curso o en fase de preparación. En otras situaciones, sugiere la llegada de una persona que puede ocupar un papel preponderante en la vida del consultante. Por último, a veces se refiere a ciertos rasgos de la personalidad específicos del consultante o de alguno de sus familiares.

Desde el punto de vista general, el Caballero de Bastos es un poderoso símbolo de fuerza y abnegación. Al representar el campo de la energía, este joven rebosante de determinación está decidido a alcanzar rápidamente sus objetivos, sin preocuparse en absoluto por las consecuencias de sus acciones. Aunque esta conducta un tanto impulsiva puede a veces tener consecuencias, por otra parte es ideal para quien desea cumplir sus sueños y materializar su visión. Con él, los obstáculos no se consideran nunca como problemas, sino que se ven como simples contratiempos, que la extraordinaria vitalidad del personaje permite superar sin dificultad.

En la vida social, el Caballero de Bastos es a veces difícil de seguir, por lo que su energía puede sorprender a las personas más bien acostumbradas a autocomplacerse en su rutina diaria. Sin embargo, esta facultad es una innegable virtud. De hecho, facilita enormemente la toma de decisiones y aleja lo más posible el aburrimiento.

Cuando sale del revés, el Caballero de Bastos puede hacer referencia a dos situaciones distintas. Para comprender mejor su mensaje, habrá que contactar con un profesional y analizar el arcano en función de las demás cartas de la tirada.

En el primer caso, el Caballero de Bastos invertido sugiere una flagrante falta de acción por parte del consultante. Paralizado por las posibles consecuencias de sus decisiones, se encierra en la angustia de la reflexión sin que esta llegue nunca a dar paso a la movilización. Tarde o temprano, el consultante terminará por manifestar una cierta forma de desamparo si no aprende a considerar las virtudes de la acción en su justa medida.

En el segundo caso, el Caballero de Bastos invertido señala la presencia de obstáculos significativos, que ralentizan temporalmente el avance del personaje. Independientemente de su voluntad y de su difícil control, estas emboscadas son una causa significativa de frustración. Para evitar que dé paso a la ira, será cuestión de observar desde un nuevo ángulo la situación y comprometerse de una vez por todas a dedicarle algo de tiempo. De todos modos, los objetivos a largo plazo no se cuestionan en ningún caso.