El palo de Bastos corresponde a los Diamantes de la baraja francesa. También puede asociarse con el elemento fuego y la estación de la primavera. Las cartas de Bastos están impregnadas de un principio de acción extremadamente poderoso, como ese impulso vital que nos permite movilizarnos tras largos meses de hibernación. Con ellas se favorece siempre la toma de iniciativas, la audacia y el dinamismo. El palo de Bastos mantiene una estrecha relación con el cuerpo. Es esa fuerza bruta que nos anima a movernos y esforzarnos. Es esa energía que derriba barreras. Es ese impulso fundamental que nos obliga a tomar medidas para aproximarnos a nuestros sueños. Su influencia es completa, ya que afecta tanto a nuestra esfera personal como a nuestra vida profesional. Al igual que una chispa prende la mecha, el palo de Bastos evoca nuestra capacidad para planificar y organizar nuestra vida en función de las causas que nos mueven en lo más profundo de nosotros mismos. Su acción es siempre a largo plazo.

Cuando aparecen del revés en una tirada de tarot, las cartas de Bastos hacen referencia a la inacción, el estancamiento, el aburrimiento. Reflejan la existencia de cierto número de obstáculos que impiden temporalmente al consultante avanzar como querría. Los arcanos de Bastos invertidos también pueden indicar una energía mal utilizada, sin dirección precisa o con fines totalmente egoístas.