Como hemos visto ya repetidas veces en las demás cartas del mismo palo, el Nueve de Oros evoca los logros materiales, la abundancia y la riqueza. Para el consultante, el arcano significa que los frutos de sus esfuerzos son ya claramente visibles o que no tardarán mucho en salir a la luz. En un mundo dominado por el dinero, tomó pronto el camino hacia el éxito y el reconocimiento social. El consultante está actualmente a salvo de la precariedad y disfruta de una situación que muchos envidian.

Sin embargo, un éxito económico tal plantea algunos interrogantes. De hecho, sería muy tentador para él continuar por el camino trazado, bien por costumbre, bien por codicia. No obstante, ¿no sería mejor acaso que se dedicara un poco de tiempo a sí mismo, a disfrutar realmente de su riqueza? La felicidad humana es frágil y no se conforma con el ámbito material. La empatía, el amor y los amigos sientan también las bases del bienestar emocional.

Gracias al Nueve de Oros, es posible alcanzar este equilibrio. Bajo su influencia, el consultante se sentirá en armonía consigo mismo, con sus deseos y con el mundo que le rodea. Así pues, será cuestión de dejarse llevar e implicarse en otras áreas no relacionadas con el trabajo, en actividades o causas que realmente sean importantes para él.

Con el Nueve de Oros del revés, pueden darse tres escenarios distintos. En el primero de ellos, la tirada refleja una cierta decepción por parte del consultante. A pesar de todos los esfuerzos realizados, sigue teniendo dificultades para que su trabajo dé el rendimiento deseado. Los obstáculos se acumulan y los objetivos parecen cada vez más lejanos.

Otras veces, por el contrario, el arcano refleja una excesiva implicación del consultante en su trabajo. Está obsesionado con sus objetivos y ha generado una considerable fatiga psicológica a lo largo de los meses. Debería levantar el pie del acelerador, ya que el burn-out acecha entre las sombras.