En la interpretación más frecuente del arcano, el Ocho de Espadas revela un período de aislamiento y de duda para el consultante, que poco a poco va haciendo mella en él. Como consecuencia, lleva especialmente mal esta situación, que no se debe a una acción exterior, sino que es el resultado de sus restrictivas convicciones. Por lo tanto, será cuestión de que se las replantee y aborde sus problemas desde un nuevo ángulo.

Se podría decir que, en la actualidad, el consultante está atrapado en su sistema de valores. Las ideas se contradicen en su mente y generan un caos que realmente no le ayuda a poner nada en claro. Este bloqueo puede tener varios significados. Por un lado, nos enseña que el intelecto y el pensamiento crítico no siempre son suficientes para salir de una situación difícil. El consultante tendrá que escuchar también a sus instintos y emociones para entender mejor los retos que le plantea el problema. Por otro lado, estas dificultades le animan a no dejarse llevar por la impulsividad. Tomar una decisión en este contexto podría resultar poco productivo, e incluso ser peligroso.

Para el consultante, es sobre todo cuestión de apaciguar la mente y dejar que las nubes vayan despejándose progresivamente. Solo entonces estará en condiciones de diseñar su plan de acción y desterrar las creencias que dan lugar a las limitaciones presentes. A este respecto, el Ocho de Espadas se asemeja al arcano del Ahorcado, pues nos insta a transformar nuestra percepción de la situación.

Cuando aparece del revés, el Ocho de Espadas tiene una connotación de lo más beneficiosa, profundamente favorable para el avance futuro del consultante. Significa que se ha concienciado por fin de los límites que se autoimponía, ya estuvieran relacionados con la educación, el sistema de valores o la conducta. A la hora de enfrentarse a un problema, antes buscaba soluciones en un círculo cerrado y restringido.

Sin embargo, ahora el consultante está en condiciones de plantar cara a los tiempos difíciles desde un nuevo punto de vista, ya que ha aceptado despojarse de las barreras que le frenaban. De esta manera, se vuelve cada vez más perspicaz, amplía su conocimiento de los entresijos de la psicología y descubre otras herramientas de desarrollo personal. En estos momentos, puede retomar el camino de vida con paso firme, plenamente consciente de su valor y su capacidad de avance.